Algunas consonantes de nuestra lengua se clasifican según sean líquidas o vibrantes, en función de su capacidad para adaptarse unas a otras a la hora de pronunciarlas unidas.
Las líquidas son l y r; las licuantes son p, t, c, b, d, g y f.
Con ellas pomos formar palabras como plato, broma, blanco, dromedario, cromo, trampa, fresa... Sólo en algunas zonas hispanoamericanas se forma el grupo tl. En España las dos consonantes se pronuncian como si pertenecieran a diferentes sílabas (por ejemplo, atlas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario